James Ensor, nacido en Bélgica, fue uno de los pintores europeos reconocido por el movimiento expresionista, el cual tiene como característica la prioridad que se le da a la subjetividad y a la expresión de las emociones y sentimientos en la realización de alguna obra, y quizá precursor o importante influencia para el surrealismo dada la composición de sus obras.
En las obras de Ensor puede encontrarse continuamente elementos que pueden introducirnos a escenarios grotescos, quizá tenebrosos pero con tintes carnavalescos. Mascaras que sólo en malos sueños podríamos ver, cráneos, payasos y las convivencias cotidianas plasmadas con pinceladas fuertes atrapan a los espectadores que, quizá por curiosidad, intentan entender que es lo que ven plasmado. Créanme, tratar de describir una obra de Ensor es complicado dada la multiplicidad de adjetivos que generan sus obras los cuales van desde grotescas, pasando por agresivas, tragicómicas y hasta burlescas. Pero finalmente lo importante no es encontrar un adjetivo adecuado para describir estas obras sino que les genere algo, sólo así encontraran la estética en el trabajo de James Ensor.