“Creo en la futura armonización de estos dos estados, aparentemente tan contradictorios, que son el sueño y la realidad, en una especie de realidad absoluta, en una ´surrealidad´, si así se le puede llamar”. Así lo dijo el padre del surrealismo, André Breton, en su texto de 1924: Manifestaciones del surrealismo (1924), con el que surgió este movimiento, caracterizado por un “automatismo psíquico puro”.
Los nombres asociados al surrealismo, el movimiento cultural avanti-garde de los 20, suelen ser Salvador Dalí, Marcel Duchamp, Joan Miró, Bueñuel, Max Ernst, entre otros; sin embargo, este movimiento tuvo también representantes femeninas importantes más allá de surrealistas famosas como Leonora Carrington o Remedios Varo; mujeres talentosas que dejaron un legado importante y que merecen ser recordadas a través de su vida y su obra.
Te mostramos aquí una interesante lista, compilada por el Huffington Post, de siete artistas femeninas que deberías conocer si te interesa el movimiento que oscila entra la realidad y los sueños.
Dorothea Tanning
(1910-2012)
(1910-2012)
“Mantengan la mirada en el mundo interior, aléjense de la publicidad, los idiotas y las estrellas de cine, excepto cuando necesiten entretenerse”.
Esto fue lo que la artista dijo, en 2002, a pesar de haber trabajado en 1935 como ilustradora de anuncios de moda para la tienda Macy’s. La surrealista autodidacta, quien murió a los 101 años, encantó al público con sus pinturas meticulosamente detalladas, que representan los colores de la imaginación.
Birthday, de 1942, es su obra más conocida y muestra un autorretrato de Tanning con el torso desnudo, portando un atuendo que se asimila a un tronco y las raíces de un árbol, tal vez “anclando” al personaje a la tierra, la mujer abre una puerta y aparecen muchas otras puertas, una criatura peluda, como un roedor con alas de águila que completa el marco surreal de la escena.
Fue esposa del pintor alemán Max Ernst durante 30 años, hasta que él murió en 1978. En sus últimos años, Dorothea se inclinó hacia la escritura y la poesía, murió en 2012 en su casa de Manhattan.
Tichenor fue una pintora francesa quien se mudó a México y lo adoptó como su hogar, al igual que numerosos artistas surrealistas que se establecieron en el país durante los años 50. Cuanto tenía 16 años y aún vivía en París, fue modelo de Coco Chanel y posó para algunos fotógrafos, entre ellos Man Ray.
Su primo, Edward James, quien creó el jardín surrealista de Xilitla, fue quien la introdujo al grupo de la corriente surrealista en México, donde coincidió con Leonora Carrington y Remedios Varo.
Las pinturas de Tichenor están inspiradas en el estilo renacentista italiano del siglo XVI, combinado con métodos tradicionales e influencias de la mitología mesoamericana, tradiciones y simbolismos mexicanos.
Toyen
(1902-1980)
Fue una de las pioneras en el arte avant-garde checo, es conocida por sus pinturas eróticas en las que incorpora lenguas, labios, vaginas, objetos fálicos, orgías, lesbianismo y el concepto del la “envidia del pene” de Freud, alude a un mundo interior tabú de pulsiones sexuales e instintos animales.
La ocupación alemana y el nazismo en su país se ven reflejados en piezas como La guerra; fue perseguida por considerar su arte como ‘degenerado’ y tuvo que ser confinada a la clandestinidad.
Kay Sage
(1898-1963)
Su trabajo, centrado entre sombras y pliegues de diversos materiales, evoca una sensación de inmovilidad y fatalidad, se destaca de los demás surrealistas por este sello distintivo.
Sage se casó con el también artista surrealista Yves Tanguy en 1940, con quien sostuvo una pasional relación. Cuando él murió Sage dejó de hacer arte y tras un intento de suicidio fallido, se disparó en el corazón en 1963, ocho años después de la muerte de Tanguy y con la firme convicción de que ya no le quedaba nada por hacer.
Leonor Fini
(1907-1996)
(1907-1996)
Sus pinturas retratan la liberación sexual de la mujer y la castración; se declaró bisexual y expresó abiertamente su nulo interés en el matrimonio: “Nunca he vivido con una sola persona, desde que tenía 18, siempre preferí vivir en comunidad, en una casa grande con mi taller, gatos y amigos, con un hombre que fuera mi amante y otro que fuera mi amigo. Y eso siempre funcionó”.
A menudo se teñía el cabello de azul, naranja, rojo o dorado e iba a fiestas vestida de hombre o usando sólo botas y una capa de plumas. “Siemore he amado y vivido mi propio teatro”, dijo una vez.
Aficionada a los gatos persas, llegó a tener 23 en su apartamento y les dedicó su libro Miroir des chats. En 1942, Fini creó el primer retrato de un hombre desnudo hecho por una mujer.
Dora Maar
(1907-1997)
(1907-1997)
Henriette Theodora Marković, mejor conocida como Maar, fue la musa francesa de Picasso, con quien sostuvo una relación e inspiró muchos de sus trabajos. Fotógrafa en formación, fue influenciada por el artista cubista y pudo reinterpretar su arte en un lenguaje propio, imitando los retratos que Picasso, colaborando con él en plasmar dos versiones, dos interpretaciones del mismo arte. Existieron quienes nunca lograron apreciar la originalidad de su trabajo por la sombra inminente de Picasso.
Maar murió en 1997 y en su testamento dejó todos sus bienes a su padre y a un monje, estos incluían 130 Picassos y la mayoría de sus fotografías.
Nació en Londres y junto a su madre, huyeron de casa y mantuvieron en secreto su ubicación, debido a que su padre era un enfermo mental peligroso.
En su adolescencia se volvió una persona depresiva, posiblemente por una tendencia genética heredada de su padre. En 1936 decidió crear arte y le sirvió como un aliciente para poder seguir viviendo. Sus pinturas muestran escenas nocturnas, animales exóticos, panoramas de Nuevo México, esculturas y ruinas antiguas.
La obra de Snead tuvo reconocimiento antes de su muerte, y a los 88 años, le ofrecieron una retrospectiva sus trabajos.
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